Al culminar este año hagamos una reflexión sobre las situaciones de violencia que ocurren en el ámbito escolar. No solo pensemos en el acoso, recordemos la violencia en términos generales donde toda la comunidad escolar es impactada.
Escucho y leo sobre implementar la perspectiva o ideología de género para combatir este mal. En el análisis que he llevado a cabo sobre todo lo relacionado al género, no puedo respaldar este enfoque para combatir el mal de la violencia entre estudiantes. Lamentablemente, la perspectiva de género la promueven como el establecimiento de la igualdad entre niños y niñas pero lo que en verdad terminan promoviendo son derechos sexuales que pueden afectar el desarrollo de los menores. La perspectiva de género es un adoctrinamiento que para nada elimina la violencia escolar.
Los enfoques que han demostrado una reducción en la violencia y un aumento en un ambiente de paz en las escuelas son los que promueven el fortalecimiento del carácter a traves de la educación de los valores universales. Enseñar que ambos, los niños y las niñas son valiosos como seres humanos. Fortalecer el ejercicio de la empatía, la bondad, el buen trato y la solución pacífica de los conflictos en las relaciones con los demás.
Estos elementos son parte esencial y clave para reducir la violencia. Es mi deseo que para el nuevo año que está próximo a comenzar, se fomente en las escuelas una cultura de paz, libre de ideología.
lunes, 31 de diciembre de 2018
martes, 2 de octubre de 2018
Mes de la Prevención del bullying
Octubre es el mes para la prevención del acoso escolar o bullying. Muchas escuelas públicas y privadas y diferentes organizaciones realizan actividades para alertar y crear conciencia con el fin de minimizar o evitar la ocurrencia de este mal social. No obstante, para que podamos observar un exitoso mes de prevención contra el acoso en el entorno escolar, se debe llevar un proceso de esfuerzo continuo durante todo el año. Las charlas abiertas a grupos grandes una vez al año pueden ser buenas pero no son suficientes para provocar un cambio de actitud de forma contundente. Para ir construyendo una cultura escolar que promueva los valores universales y la formación del carácter en los alumnos, se necesita en primer lugar, estrategias a nivel curricular que incluyan de forma periódica y consistente, temas sobre la empatía, fomentar el buen trato y la bondad, la importancia de la solidaridad y la solución positiva de los conflictos, entre otros temas.
De igual modo, es importante crear conciencia en el personal docente y no docente sobre el impacto del bullying en la vida de los estudiantes y romper con paradigmas que de forma consciente o inconsciente pudieran continuar perpetuando el maltrato entre estudiantes. También es muy importante, ademas de conocer sobre los protocolos de actuación, dotar a los maestros de estrategias concretas y continuas sobre como enfrentar una situación de bullying. Es muy útil, promover dentro del salón de clases un clima de convivencia que permita un ambiente de mayor aprendizaje, respeto y confianza. Que los estudiantes puedan sentirse tranquilos y sin miedo.
Por otro lado, están los padres y la familia de los estudiantes. Estudios han comprobado que son muchos los factores que pueden dar origen al bullying. Sin embargo, la familia es el factor mas importante pero a la misma vez es clave para poder disminuir o erradicar el problema. Por lo tanto, es necesario que los cuerpos legislativos, sectores del gobierno y otras organizaciones relacionadas, trabajen en esfuerzos colaborativos para ayudar a combatir el acoso en las escuelas desde la familia. Ademas, todos los padres tienen la responsabilidad de ejercer su derecho de ser los primeros educadores de sus hijos en cuanto a la formación del carácter, los buenos hábitos y los valores.
Combatir el bullying es una tarea titánica y compleja que conlleva el compromiso de todos los sectores de nuestra sociedad. Pero el esfuerzo bien lo vale y debemos recordar que los estudiantes de hoy son los ciudadanos adultos del mañana.
lunes, 13 de agosto de 2018
La bondad como antídoto para detener el bullying.
Poner en marcha un proyecto para reformar el clima de
convivencia en las escuelas es una tarea titánica, de mucho reto pero más
importante, debe ser un proceso basado en la evidencia, amparándose en las
mejores prácticas para lograr el cambio deseado. A esto le agregamos el hecho
de enfatizar en la prevención e intervención del acoso escolar o bullying. Algunos
programas y enfoques han sido efectivos al lograr una buena convivencia escolar
y prevención del acoso, mientras que otros programas lo han conseguido a
medias.
En muchos casos, los estudios solamente han reportado un
30% de efectividad. Esto pudiera denotar que el acoso escolar es un síntoma de
un problema mayor. En ocasiones hemos dicho que el bullying ocurre por el abuso
de los más fuertes contra los más débiles. Sin embargo, es posible que esta
dinámica se observe en un grupo pequeño de estudiantes. Muchos estudiantes no
se tratan amablemente porque no han aprendido o se ha fracasado en educar sobre
la importancia de los valores universales.
Varios estudios señalan la necesidad de impulsar la
formación de un carácter cívico y ético en los estudiantes para reducir y hasta
eliminar el acoso escolar. Estoy convencida de que uno de los elementos más relevantes
para reducir la crueldad y la violencia entre los estudiantes es fortaleciendo
lo opuesto: la bondad. Los buenos hábitos inhiben las malas conductas y hasta
podrían detener el bullying. Se requiere crear conciencia sobre la ejecución de
un plan que ayude a lograr una clase de educación que establezca una cultura de
ayuda y de amabilidad entre los alumnos y que honre su dignidad humana. Se
necesita una cultura de bondad que no esté basada meramente en el respeto de
las características particulares que puedan tener algunos estudiantes ni
apoyada por corrientes ideológicas y anti-cientificas que en nada abonan al
desarrollo pleno de ellos como seres humanos.
El éxito de la puesta en acción de un proyecto de tal
naturaleza incluye la realización de estudios de necesidades en las escuelas,
la implementación de currículos que focalicen en el aprendizaje de cooperación,
el comportamiento pro social y los valores, al igual que brindar un esfuerzo continuo
de seguimiento a las actividades realizadas. Del mismo modo, el resultado
esperado dependerá del compromiso de los padres, el personal escolar, los
estudiantes, el apoyo de los diferentes grupos de la comunidad, el
envolvimiento de los profesionales de la salud mental, la aceptación del reto
de un compromiso de los sectores gubernamentales y la concienciación del compromiso
que deben tener los medios de comunicación, radiales, televisivos, escritos y
digitales.
domingo, 5 de agosto de 2018
Alarmantes estadísticas sobre el cyberbullying
A pesar del fácil
acceso que tenemos a la información sobre la prevención a través del internet,
los niños y adolescentes cada vez están en mayor riesgo de ser objeto de acoso cibernético.
Así lo demuestran los hallazgos de un estudio extenso llevando a cabo
recientemente en Inglaterra. En la encuesta participaron 2,700 niños y adolescentes
de ambos sexos entre 11 a 16 años de edad. Los resultados más sobresalientes se
describen a continuación:
ü
El 61
% de los estudiantes obesos reportaron ser blanco de cyberbullying.
ü
Solamente
el 1% indicó ser acosado en línea. La mayoría fue víctima del bullying
tradicional combinado con el acoso cibernético.
ü
Solo
el 10% le dice a un adulto que fue objeto de acoso en línea.
ü
El 70%
de los estudiantes entre nivel elemental y superior han sido testigos de
cyberbullying.
ü
El 85%
de los estudiantes no dice que fueron víctimas de acoso cibernético. Se quedan
callados.
ü
Los
menores tienen 7 veces más riesgo de ser acosados por sus amigos que por extraños.
ü
Las niñas
tienen el doble de posibilidad de ser objeto de acoso cibernético que los
varones.
ü
Los niños
y adolescentes acosados en línea tienen una probabilidad entre media y alta de
cometer suicidio.
ü El 50%
de los que son víctimas de acoso cibernético también acosan a otros en línea.
Aunque todos tienen la misma probabilidad de ser víctima de cyberbullying, los que tienen características diferentes a los demás son los más vulnerables. Las repercusiones de esta modalidad de acoso en la salud mental pueden ser la depresión y la ansiedad, incluidos en los síntomas de insomnio, el ausentismo escolar, pérdida de apetito, miedo, desasosiego, desesperanza y lamentablemente el suicidio. Los síntomas en estas situaciones son peores por la amplia exposición al acoso y a la burla facilitada por el Internet. Los padres no pueden continuar con la actitud de que “a mi hijo no le pasará eso”, o “mis hijos son bien consientes y saben cómo comportarse en las redes sociales o Internet”. Les sugiero que no den nada por hecho y tomen tiempo para dialogar, determinar algunas reglas y conocer más a los hijos para poder establecer una conexión óptima con ellos. Estamos viviendo unos tiempos donde cada día aparecen nuevas aplicaciones de mensajería instantánea, nuevas redes sociales y lugares en el Internet que podrían convertirse en un caldo de cultivo para dar origen a las dinámicas del acoso cibernético, sin dejar de mencionar otros riesgos igualmente peligrosos para los niños y adolescentes como lo son el “sexting” y los pederastas en línea conocido en inglés como el “grooming”. Recuerden que siempre es mejor prevenir que tener que remediar.
domingo, 1 de julio de 2018
Alerta sobre resultados de investigación sobre el bullying 2018
Un
estudio realizado por la entidad “Bullying sin Fronteras”, publica
recientemente los hallazgos encontrados sobre el primer estudio internacional sobre el acoso
escolar en 18 países del nuevo mundo. Las cifras oficiales indican que siete de
cada diez niños son víctimas de este asedio que muchas veces comienza con decir
un sobrenombre y en ocasiones termina con un desenlace fatal.
De
manera física o mental, un niño o un grupo de ellos la emprenden con otro que
casi siempre es menor, inseguro e incapaz de defenderse.
Llegan
a la casa con objetos rotos, reaccionan llorando o alejándose frente a
situaciones de conflicto. Entre los países más sacudidos por este
flagelo, los 10 primeros lugares en cantidad de casos lo ocupan: México, Costa
Rica, Chile, Brasil
Paraguay,
Argentina, Perú, Honduras, Guatemala y República Dominicana. Este fenómeno también
se siente con fuerza en los Estados Unidos.
Hay
niños que se exponen al acoso todos los días. En el caso de las niñas muchas
sufren violencia psicológica y emocional, en Argentina por ejemplo por su
belleza y en Bolivia o Perú por su fealdad; es decir hay tantas posibilidades
de acoso escolar como niños y adolescentes. Otro lamentable hallazgo de este
importante estudio es que el bullying causa 200 muertes al año en América
Latina. En el estudio también se encontró que se percibe que las sociedades
suelen ser más tolerantes con los agresores que con las víctimas, considerando
que las instituciones educativas hacen un flaco favor contra el hostigamiento
escolar, toda vez que son responsables por velar por la integridad física y
psíquica de los niños, exaltando el derecho a educarse en un ambiente sano.
El
ciberbullying o ciberacoso también es nefasto: Las autoridades escolares de
todos los países consultados no han encontrado aún la forma de frenar el
ciberacoso en las redes sociales, que se da en especial en Facebook, Twitter e
Instagram. Las cifras divulgadas por el Departamento de Justicia de los
Estados Unidos de Norteamérica en 2017 reflejaron un grave indicio: 78 por
ciento de los estudiantes entrevistados dicen ser acosados mental, verbal o
psicológicamente y se calcula que más de dos millones de niños y adolescentes
faltan a diario a la escuela por temor a ser acosados.
Fuente:
ONG Internacional Bullying sin fronteras
martes, 19 de junio de 2018
Snapchat, Sexting y Cyberbullying
Hace algunos
años salió al mundo cibernético la aplicación de “Snapchat”. Desde entonces,
aunque fue diseñada para los adultos, esta aplicación se ha ido situando entre las
aplicaciones favoritas de los niños y los adolescentes. El “Snapchat” permite
que los usuarios hagan mensajes de pruebas con fotos que desaparecen entre 7 a
10 segundos. Esta particularidad de la aplicación hace que los menores piensen
que pueden enviar cualquier foto de prueba y ésta desaparece, pero no
siempre esto es de esta manera.
Algunos
jóvenes han caído en la modalidad del “sexting” (envío de fotos con contenido
sexual) y no les preocupa porque la aplicación puede desaparecer la foto en
varios segundos. Sin embargo, eso no descarta que la foto sea recibida por otro
joven y pueda ser difundida por las redes y el Internet. Esto podría convertirse en
una modalidad de acoso cibernético o “cyberbullying” acarreando graves
consecuencias.
Esta situación
convierte a la aplicación “Snapchat” en una atracción para los intrusos cibernéticos
o “hackers”.
Entonces, ¿cómo
ayudar a los padres y encargados para que estén mejor informados y puedan tomar
decisiones y acciones relacionadas a los riesgos de esta y otras aplicaciones?
En primer lugar, los padres y el personal escolar no deberían ignorar los alcances
del “Snapchat” . Lo mas recomendable es orientarse y tener un diálogo franco y de apertura con
sus hijos. Por otro lado, es importante aprender y compartir con los hijos las
consecuencias legales y emocionales del “sexting”.
Estudios
indican que el 24% de los jóvenes entre 14 a 19 años, reconocen haber enviado
fotos de ellos desnudos o semidesnudos por el celular o correo electrónico.
Mientras que el 15% de jóvenes entre los 12 y 17 años indican haber recibido
una foto de alguien que ellos conocen desnudo. De aquí la importancia del
dialogo preventivo. Yo le sugiero que ofrezcan ejemplos de casos que han
trascendido a la luz pública sobre jóvenes que sufrieron el impacto nefasto (cyberbullying,
bullying sexual) relacionado al envío de fotos sexualmente explicitas.
Es muy
conveniente que los padres les enseñen a sus hijos las destrezas de etiqueta
digital. Estas destrezas consisten en: 1) tratar a los demás como te gustaría
que te traten a ti. La famosa regla de oro también se aplica a los usuarios del
Internet., 2) Colocar mensajes en las redes con un tono positivo. Evitar
colocar rumores y chismes., 3) Pensar antes de colocar. Hacer una revisión sobre
lo que se ha escrito antes de presionar la tecla de envío y evaluar si el contenido tiene un tono de burla o si pudiera ser ofensivo.
Recuerde que
educar a los hijos sobre como interactuar en línea es un proceso continuo y no
una acción de una sola vez. Requiere constancia y compromiso para obtener una
experiencia de aprendizaje que sea provechosa en ambas direcciones.
domingo, 27 de mayo de 2018
La conexión entre el bullying y el hostigamiento sexual.
Existen
diferentes tipos de acoso escolar o bullying. Entre estos se incluye el
bullying sexual que a su vez puede desembocar en el hostigamiento sexual. Una de
las expresiones de este tipo de acoso consiste en decir insultos o comentarios sobre la orientación sexual simplemente porque
los jóvenes o las chicas no se proyectan muy masculinos o muy femeninas. Recordemos
que la razón principal por la cual los estudiantes acosan a los demás es por
una cuestión de ganar poder. Sin embargo, otras razones incluyen la envidia, los
celos y el deseo de tener cierto nivel de estatus social en la escuela.
Los estudios
concluyen que el bullying sexual verbal es el de mayor frecuencia. Un ejemplo
de la conexión entre el bullying y el hostigamiento sexual podría ser cuando un
joven es acosado con sobre nombres que ponen en duda su orientación sexual y esto
podría repercutir en conductas de hostigamiento sexual. Sin embargo, un estudio
informó que el 25 por ciento de los estudiantes se sienten presionados para manifestar
ciertas conductas de índole sexual, como ser forzados a dar un beso y ser objeto
de agresiones sexuales.
En muchas ocasiones,
los padres y el personal escolar no tienen constancia del problema porque no visualizan
la conexión entre estas dos variables y desconocen la magnitud de la frecuencia
de estas conductas. Entonces nos podríamos preguntar ¿Qué soluciones podemos
ofrecer para prevenir? En primer lugar, la educación sobre estos temas apoyados
con data científica es vital para tener un buen punto de
partida. Además, se recomienda la inclusión de currículos que incorporen primordialmente el respeto por la dignidad
humana así como la promoción de la empatía, el manejo del enojo, la comunicación
efectiva, el control de los impulsos agresivos y la solución efectiva de los
conflictos.
domingo, 6 de mayo de 2018
¿Estaré criando a un “bully”?
Quizás muchos
han escuchado sobre los factores que inciden en el comportamiento de los acosadores
en la escuela: padres permisivos o controladores, modelos externos inadecuados
y otros factores. Sin embargo, aun en los padres que ejercen una paternidad
responsable y que tienen buenas intenciones, se podría estar dando paso a
cierto tipo de sabotaje (sin saberlo), en el esfuerzo de criar a unos hijos
buenos.
Recordemos
que el acoso escolar o “bullying” comienza y termina con un desbalance de poder
cuando el que acosa persigue ganar control sobre otro estudiante. Si los hijos
observan en los padres conductas de poder y éxito mediante el uso de la fuerza
y la violencia, es probable que ellos expresen conductas violentas para obtener
lo que quieren.
A continuación algunas señales
que los padres demuestran y que pudieran desembocar en conducta violenta en los
hijos:
1. Promover chismes: Si usted quiere formar a uno hijos chismosos, actué
como uno. Sus hijos siempre lo están mirando desde que son muy pequeños. Una de
las formas de aprender conductas es mediante la observación de un modelo. Tenga
cuidado cuando habla por su celular, ellos escuchan y miran. También cuando les
dice que se retiren porque están en una conversación de adultos, asegúrese de
que no estén cerca, ellos escuchan.
2. Demasiado ocupado para prestar atención: ¿Cuándo fue la última vez
que dijo que amaba a sus hijos? No es decir: “te amo pero…” eso no es, me
refiero a decirles solamente: “Te amo”. Las demostraciones positivas de intimidad
y afecto en el hogar son la base de las relaciones que tendrán los hijos con
los demás no solo en la escuela sino a través de toda su vida. Procure expresar
un abrazo y un beso en la mañana al despedirse y en la noche antes de irse a
dormir. Si usted les demuestra que los quiere y que les importa, ellos también aprenderán
a demostrar afecto hacia sus amigos y allegados.
3. Tener la costumbre de decir cosas negativas como “detesto esto
o aquello”: Sus
actitudes reflejan la manera en que usted ve al mundo. El como usted se siente
y actúa sobre las cosas que le ocurren, tiene un gran impacto en la vida de sus
hijos. Si usted reacciona con agresividad y violencia frente a las frustraciones
o refleja mucha desesperanza y que no es capaz, sus hijos podrían comportarse
con violencia cuando las cosas no salen como ellos quieren. Le recomiendo dejar
salir su negatividad cuando los hijos se retiren a dormir. Canalice y desahogue su frustración hablando con
alguien de confianza.
4. Sobrecargar a los hijos: A veces los padres desean que sus hijos participen
en muchas actividades sean estas deportivas, musicales, civiles y sin dejar de
mencionar las responsabilidades académicas. Esto puede producir en los menores
altos niveles de estrés. Y el estrés puede dar paso a la ansiedad, a la ira y a
la agresión. Esto a su vez puede desembocar en conductas de acoso en la
escuela. Recuerde que los niños necesitan tiempo libre para jugar, crear,
divertirse y también necesitan tiempo de quietud.
Un
importante estudio en los Estados Unidos demostró que el 80% de los niños indicó
que sus padres están más preocupados por obtener el éxito y la felicidad personal
que por ocuparse del bienestar de los demás. Si los padres desean que sus hijos
crezcan con los valores de la empatía y solidaridad, deben empezar a involucrarse
junto con sus hijos en actividades de interés social y comunitario. Nunca es
tarde para empezar, lo importante es tener consistencia, propósito y persistencia.
miércoles, 25 de abril de 2018
sábado, 24 de marzo de 2018
Los errores de las escuelas cuando intervienen con el bullying.
Aunque en los últimos años hemos tenido avances en cuanto al
conocimiento del acoco escolar o “bullying”, hemos visto que todavía las
escuelas cometen varios errores a la hora de enfrentar este problema. Cuando no
se hace la intervención adecuadamente el problema puede escalar hacia mayores dificultades. Esto afecta el clima de convivencia en la escuela, perjudicando el
proceso de aprendizaje entre otras consecuencias. Por lo tanto, es esencial que
los administradores escolares no solo implementen estrategias de prevención e intervención,
sino que se aseguren de que todo el personal escolar tiene el compromiso y la
actitud correcta (sin negación) para combatir el “bullying”. A continuación les
presento algunos de los errores más comunes que cometen las escuelas a la hora
de intervenir. El propósito no es de acusar ni recriminar, más bien el objetivo es provocar una reflexión hacia un cambio de postura por el bien de toda la comunidad
escolar:
1.
Encubrir: en
muchos casos el personal directivo atiende con transparencia la situación de “bullying”
al momento de hablar con los padres, sin embargo, hay otros que tienen miedo de
las repercusiones que puedan caer sobre su escuela y proceden a ocultar el
problema. Esto es un grave error. Es una decisión no responsable y también puede
tener repercusiones legales. Además, coloca a la víctima de “bullying” a merced
de agravios mayores.
2.
Negación: a veces, los adultos dicen
que ellos no han visto el “bullying” en su escuela. Esto es falso. El “bullying”
puede ocurrir en cualquier escuela; en unas, los incidentes son más leves que
en otras pero ocurre. En ocasiones el “bullying” se manifiesta de forma
indirecta. Asumir la negación pone a los estudiantes en gran riesgo. Si al
momento no hay incidentes de acoso, el personal escolar debe continuar
trabajando intencionalmente para ser de la escuela una zona libre de maltrato entre estudiantes.
3. Ignorar:
en ocasiones algunos maestros se pueden sentir tentados a ignorar alguna situación
de “bullying” porque piensan que es algo sin importancia o insignificante. Pero, ignorar
estas pequeñas faltas pueden ser la antesala de grandes atropellos. Entonces, si se mantiene esta actitud se afectaría la
convivencia, los agresores saldrían impunes, las víctimas maltrechas y reinaría
un ambiente de miedo en la escuela.
4. Confundirlo:
lamentablemente el “bullying” se menciona o se identifica muchas veces como una simple pelea
entre estudiantes. Esto ocurre porque se ha observado que puede existir una
falta de conocimiento en evaluar correctamente cuando se trata de una situación
de “bullying”. Recordemos que el “bullying” tiene que ser constante, con la intención
de hacer daño y que exista un desbalance de fuerzas, psicológicas, físicas o
sociales.
5. Falta de seguimiento: tal vez
por las diferentes exigencias y complicaciones que tiene cada escuela, a veces no
se ofrece un seguimiento continuo en cotejar si la situación ha cesado. Al
mismo tiempo, existe una falta en proveer un ambiente escolar seguro especialmente
para la víctima. A veces no se mantienen
en el tiempo las conversaciones con los padres cuando ellos son los primeros
responsables de sus hijos.
Se ha comprobado que muchas escuelas citan a los padres para
conversar y buscar soluciones y estos no asisten, especialmente si son los
padres de los acosadores. Cuando se tiene este tipo de situación, la escuela
tiene la autoridad en Ley para advertir a los padres de las posibles
repercusiones que esto podría tener. Con esto no se tiene la intención de señalar
culpables; al contrario, estamos
revelando para crear cambios de conciencia y provocar compromiso.
Combatir el “bullying” es una responsabilidad de todos.
jueves, 1 de marzo de 2018
Acoso Escolar Pre- escolar y Elemental
El acoso
escolar es considerado un fenómeno social que ocurre entre iguales, es decir, entre estudiantes que interactúan en
los diferentes escenarios escolares como el salón de clases, el patio y otros
lugares. Además, los estudiantes asumen diferentes roles en esta situación a
saber: el acosador, la víctima, estudiantes que a veces son acosadores y en
otras son víctimas y finalmente los observadores. En los últimos años se ha encontrado
que el acoso escolar puede comenzar desde los años pre-escolares. Especialmente
en los 4 y 5 años de edad, se comienzan a observar unas señales y patrones de
comportamiento que podrían dar inicio a un cuadro de conductas violentas en los
estudiantes de este nivel.
Estudios
recientes han revelado que el acoso escolar a nivel elemental tiene una
prevalencia de un lamentable 60 porciento. Estos incidentes muchas veces pasan
desapercibidos por los maestros y el personal
escolar. Además, los estudiantes callan por miedo a ser objeto de agresiones y
tienen mucho temor de ir a la escuela. A
este nivel las manifestaciones del acoso escolar incluyen las peleas,
empujones, el colarse en la fila y también el ignorar a un estudiante, marginándolo
del grupo. Estas conductas pueden ser apoyadas o ignoradas (debido al miedo)
por los demás estudiantes que observan el maltrato.
La evidencia demuestra de forma contundente la
importancia del rol de los maestros frente al bullying en los niveles pre-escolar
y elemental. De igual modo, los padres son una parte primaria y fundamental en la prevención del acoso escolar
en las edades tempranas de sus hijos.
A través de
varias estrategias, los maestros pueden beneficiarse de obtener las
herramientas para ser más eficaces con sus estudiantes. Entendemos que el acoso
escolar puede ser mejor intervenido en los primeros años escolares para que los
estudiantes tengan la oportunidad de ser formados de manera integral.
En muchas
ocasiones los educadores o maestros carecen de estrategias claves para atajar
este problema con los estudiantes en los niveles pre -escolar y elemental. Nosotros
podemos ser ese recurso capacitado para brindar la orientación y el
adiestramiento apto que se ajuste a las necesidades de su entorno escolar.
Recuerde que prevenir es mejor que remediar.
jueves, 18 de enero de 2018
Amigos a prueba de bullying
Una de las necesidades que tiene el ser humano es poder
sentirse querido y aceptado. En los niños y adolescentes esto es crucial en su
proceso de socialización y crecimiento emocional. Los estudios indican que
tener una relación saludable de amistad puede aportar a la salud y al bienestar.
Esto es crucial cuando se trata de la prevención en el acoso escolar o
bullying. Recordemos que uno de los factores que propician las agresiones, son
hacia los estudiantes que tienen pocos amigos y son retraídos. Para que los niños
y adolescentes tengan una relación de amistad saludable y a prueba de acoso
escolar se deben tener en cuenta las siguientes características:
1.
Demuestran
respeto- el trato que tienen los menores en su relación de amistad es
uno de respeto y balance. Ninguno quiere sacar ventaja sobre el otro y tampoco
quiere aprovecharse. Aun cuando uno de ellos toma la iniciativa o es líder, se
refiere a sus amigos con respeto y sin querer demostrar un dominio insistente
sobre los demás. Cuando no existe colaboración o un trato justo hacia los demás,
puede desembocar en relaciones de amistad llenas de tensión, inseguridad y
ansiedad.
2. Existe la honestidad y la confianza- la relación
no se basa en el esparcimiento de rumores o chismes sobre sus amigos porque
saben que estas acciones hacen mucho daño y valoran la amistad. Además, las
relaciones saludables de amistad mantienen mutuamente sus confidencias y si
cometen un error, piden disculpas y muestran cambios en el comportamiento para
enmendar su error.
3. Celebran sus logros- los
buenos amigos se alegran de los triunfos y éxitos (académicos, deportivos, arte)
de sus amigos. Cuando existen los celos o la envidia entre los amigos, esto
puede abrir la puerta a situaciones de bullying. Los padres deben estar alerta
en estas señales para brindar orientación sobre las características de una sana
amistad.
4. Brindar apoyo mutuo- Una de
las características que más aporta a la prevención del bullying es cuando los
amigos salen en defensa o apoyan a sus amigos que están siendo molestados por
otros en la escuela, en el equipo de deportes y otros escenarios. Cuando se
trata de acoso escolar, los buenos amigos son más que los llamados observadores
en la triada del bullying. Ellos son parte de un sistema de respaldo importante
que aporta a que el estudiante acosado responda favorablemente a la situación para
resolver más rápido el asunto.
5. Son reales y auténticos- en la
sana amistad, todos se sienten cómodos y son como son, sin pretender ser
alguien quien no es. Los amigos se aceptan tal y como son. Cuando los
estudiantes tienen amigos que les gusta presumir puede existir la presión de
pretender ser la persona que no es en realidad. Cuando se descubre que el
estudiante no es la persona que pretende ser, podría ser objeto de burlas, críticas
y agravios que podrían desencadenar en el bullying.
6. No existen presiones- los
buenos amigos saben respetar los límites y demuestran consideración. Los amigos
pueden entender cuando sus amigos dicen No hacia una acción requerida y no se
ofenden. Cuando los estudiantes se sienten presionados por el grupo de amigos a
hacer cosas que ellos entienden que son indebidas o no se sienten cómodos si
las llevan a cabo, estamos hablando de
una situación de presión de grupo. Esto representa un riesgo para provocar el
acoso en el ámbito escolar.
Los padres pueden fortalecer la comunicación
con sus hijos para dialogar sobre las cualidades de una relación de amistad
saludable y saber identificar aquellas que no lo son. Todo lo que los padres
puedan aportar es vital para ser proactivos en la prevención contra el acoso
escolar.
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