En los últimos años he brindado información en mi blog sobre diversos temas relacionados
al bullying, el sexting y el cyberbullying como medio de educación para los
padres. No obstante, hoy les escribo de un tema que lamentablemente desde hace
algunos años también ha sido una modalidad peligrosa en el internet y se conoce
como la pornovenganza. Esta es la difusión de material erótico o pornográfico
sin el consentimiento de la persona que lo envió. Mayormente esta situación
puede ocurrir entre adultos. Sin embargo, esta costumbre tristemente está
teniendo mucho auge entre los adolescentes.
Las estadísticas más recientes indican que los jóvenes
desde los 15años se están involucrando en la práctica de la pornovenganza, pero
esto podría ocurrir en edades tan tempranas como a los 12 años de edad. En
muchos casos, la situación comienza con el sexting que es una actividad ilegal
entre los menores de edad. Pero, ¿Por qué ocurre la pornovenganza? Cuando los
adolescentes terminan una relación de amistad especial o de noviazgo, una de
las partes, que en muchos casos es el varón, como mecanismo de venganza,
difunde y esparce en las redes, las fotos y videos de contenido sexual que
había compartido con su exnovia. Esta acción convierte la situación en una de
pornovenganza. Además, las repercusiones podrían incluir una situación de
cyberbullying en donde la víctima recibe en las redes cibernéticas comentarios
hirientes de índole sexual, burlas y humillaciones constantes.
Las colocaciones de estas imágenes eróticas ocurren
mayormente en Facebook, twitter, Instagram, WhatsApp (también en otras aplicaciones)
y en redes de Internet dedicadas exclusivamente a este tipo de contenido.
En relación al sexting, una de las razones equivocadas
que tienen los preadolescentes y los adolescentes para incurrir en este tipo de
práctica es porque en la mayoría de los casos tienen la intención de generar una
respuesta positiva de quien recibe sus fotos y videos de contenido sexual. Este
hecho lo ven como una vía de socialización. Generalmente
quienes comparten este tipo de fotos no perciben el peligro de la pornovenganza
y el cyberbullying. Por lo que los padres deben educar a sus hijos sobre estas
motivaciones y razones erróneas para prevenir consecuencias psicológicas y
legales.
En los Estados Unidos, 38 estados han elaborado leyes
que brindan una vía de solución tipificado como delito la pornoveganza, Sin
embargo, en Puerto Rico, no disponemos de una Ley que atienda el problema de
una manera específica. En el caso de los adultos, se recurre de forma limitada
a ciertos artículos del Código Penal y a la aplicación de la Ley 54 de violencia
doméstica, cuando es meritorio.
No obstante, con los menores de edad, estamos
desprovistos de Leyes que amparen y protejan de forma específica a nuestros
niños y adolescentes. Por lo que urge, aunar esfuerzos de los sectores civiles,
comunitarios y legislativos para atender el problema de la pornoveganza y
ampliar las protecciones referentes al sexting y al cyberbullyig.
En cuanto a la familia, los padres tienen que romper
con el paradigma de que lo que ocurre en internet relacionado a la
pornovenganza, el sexting y el cyberbullying son cosas solamente de muchachos. Con
la llegada de la tecnología cibernética, el mundo cambio para siempre. Usted
como padre y como madre tiene que involucrarse en estos temas porque los niños
y los adolescentes están inmersos en el internet.
Si a los padres les incomoda
el internet y sus aplicaciones, los felicito, esa es la primera señal para
salir de su zona de comodidad. Esta sería la oportunidad que les va a permitir
tener nuevos temas en la comunicación con sus hijos. Con esto, se fortalece la
relación, los padres se comprometen a aprender y se abre el camino que permite la protección
y una conexión basada en la confianza.