Existen
diferentes tipos de acoso escolar o bullying. Entre estos se incluye el
bullying sexual que a su vez puede desembocar en el hostigamiento sexual. Una de
las expresiones de este tipo de acoso consiste en decir insultos o comentarios sobre la orientación sexual simplemente porque
los jóvenes o las chicas no se proyectan muy masculinos o muy femeninas. Recordemos
que la razón principal por la cual los estudiantes acosan a los demás es por
una cuestión de ganar poder. Sin embargo, otras razones incluyen la envidia, los
celos y el deseo de tener cierto nivel de estatus social en la escuela.
Los estudios
concluyen que el bullying sexual verbal es el de mayor frecuencia. Un ejemplo
de la conexión entre el bullying y el hostigamiento sexual podría ser cuando un
joven es acosado con sobre nombres que ponen en duda su orientación sexual y esto
podría repercutir en conductas de hostigamiento sexual. Sin embargo, un estudio
informó que el 25 por ciento de los estudiantes se sienten presionados para manifestar
ciertas conductas de índole sexual, como ser forzados a dar un beso y ser objeto
de agresiones sexuales.
En muchas ocasiones,
los padres y el personal escolar no tienen constancia del problema porque no visualizan
la conexión entre estas dos variables y desconocen la magnitud de la frecuencia
de estas conductas. Entonces nos podríamos preguntar ¿Qué soluciones podemos
ofrecer para prevenir? En primer lugar, la educación sobre estos temas apoyados
con data científica es vital para tener un buen punto de
partida. Además, se recomienda la inclusión de currículos que incorporen primordialmente el respeto por la dignidad
humana así como la promoción de la empatía, el manejo del enojo, la comunicación
efectiva, el control de los impulsos agresivos y la solución efectiva de los
conflictos.