En la actualidad los adolescentes pasan muchas horas
conectados al Internet. Ellos comparten fotos por Instagram, Facebook o hacen
un “tweet” sobre varias de sus actividades más excitantes. Sin embargo, los jóvenes
en ocasiones no hacen buenas decisiones sobre lo que quieren compartir en las
redes sociales y esto les puede traer malas consecuencias. El “sexting” puede
ser una de esas decisiones que muchas veces se toman por impulso, desembocando
en serias repercusiones al momento y por muchos años a través de sus vidas.
Es un hecho que los adolescentes envían textos y fotos con
alto contenido sexual, como una forma usual de interacción con sus pares. Para ellos
es algo normal porque “todo el mundo lo hace”. Mientras que otros jóvenes se
involucran en el “sexting” como una forma de ser aceptados y por presión. Se ha
comprobado que el “sexting” puede comenzar tan temprano como a los 12 años de
edad. Por lo tanto, les describo brevemente los peligros del “sexting”:
1. El “sexting” constituye pornografía infantil: Fotos o
videos semi -desnudos o desnudos entre menores es una actividad ilegal. Un menor
puede ser acusado de ser un ofensor sexual o al menos una falta en esa área por
poseer o enviar fotos o videos de alto contenido sexual por el Internet.
2. Puede dar paso al bullying sexual y cyberbullying: una vez
se envía una foto o video de este tipo, los jóvenes no tienen control y pueden
ser objetos de acoso de tipo sexual fuera y dentro de las redes sociales, convirtiéndose
este último en un cyberbullying o acoso cibernético. Se afecta la reputación del
perjudicado, además de las consecuencias emocionales que en muchos casos pueden
ser trágicas.
3. Abre la puerta a los pederastas: Como he mencionado antes,
el “sexting” es la antesala a los depredadores sexuales en línea. Una vez una
foto o video se hace público, nadie puede tener el control de la audiencia y lamentablemente,
los pederastas son parte del mundo cibernético.
4. Riesgo de Chantaje: Existen casos donde los adolescentes
han sido objeto de chantaje como publicar la foto en ciertos lugares de la
Internet, accediendo a las demandas de los chantajistas. Esto a su vez produce
en los adolescentes altos niveles de ansiedad y riesgo de suicidio.
5. La imagen siempre estará en la red: algunos jóvenes piensan
que si envían una foto o video con contenido sexual, solo la verá el o la que
lo recibe. Esto es falso. Las imágenes de este tipo pueden ser compartidas,
copiadas y colocadas en las redes sociales. Aun en las redes sociales como
Snapchat, que la foto permanece algunos segundos, existen maneras de como
copiar la foto y esparcirlas por el Internet.
Enviar este tipo de contenidos a otros nunca es una buena
idea, sin importar cuanto tiempo los adolescentes conozcan a sus amigos o
lleven tiempo en una relación de noviazgo. Las consecuencias son reales y
aumentan si la relación de amistad o noviazgo termina. Este tipo de práctica
puede arruinar la vida de los perjudicados no solo en su presente, también en
los años por venir.