Aunque
los estudios sobre el bullying pre-escolar son escasos en comparación con los
estudios de estudiantes de mayor edad, lo cierto es que la evidencia empírica
establece que el bullying pre-escolar Sí existe. Sin embargo, las conductas de
maltrato entre los estudiantes de pre-escolar pueden proyectar diferencias con
los niños de mayor edad debido a razones sobre su ciclo de desarrollo. No
obstante, resulta muy interesante que cuando se trata de bullying, los
estudiantes de pre- escolar comparan notablemente con los mismos roles y
estados emocionales que los estudiantes de más edad. Se puede decir que el
bullying pre-escolar es la punta de lanza para comprender los inicios del
proceso hacia la victimización entre estudiantes, así como investigar sobre los
factores de riesgo, familiares sociales e individuales. Profundizar en el
estudio del bullying pre-escolar puede ser muy útil en la implementación de
actividades de prevención, especialmente trabajando con las familias y el
personal escolar.
No
es tan sencillo medir el bullying a edades tan tempranas como los 4 años o 5
años. La literatura brinda tres perspectivas para medir el bullying: 1)
observación directa de los estudiantes en el grupo, 2) entrevista a los
maestros (método más utilizado) y 3) entrevista a los niños. Cada una de estas
técnicas plantea ventajas y desventajas donde los investigadores buscan
alternativas científicas para elevar el nivel de validez de los datos que
puedan obtener de sus estudios sobre el tema.
Para
prevenir el bullying pre-escolar es necesario una aproximación sistémica con
especial énfasis en el apoyo a los maestros y las familias. Es necesario
concienciar a los maestros sobre el bullying en esa etapa de vida, aumentando
su conocimiento, la comprensión del problema y el desarrollo de estrategias
para poder identificarlo. Además, sensibilizar a las familias sobre su rol en
la prevención del bullying pre- escolar.
Sin
embargo, su hijo/a de edad pre-escolar (4 a 5 años) podría estar presentando
señales que pueden ser indicativos de alguna situación de bullying. Lo más
importante es observar cómo se comporta y lo que le dice, como por ejemplo: de
pronto no desea ir más al pre-escolar o menciona que uno o varios niños lo
molestan constantemente. Como padres y madres lo más recomendado es no
minimizar la situación y acudir inmediatamente al centro educativo para
conversar con maestros o director escolar para indagar si lo que le dice su
hijo/a se trata de una situación de bullying. De ser así, tenga en mente,
demostrar una actitud de colaboración para buscar soluciones al problema.
Ofrezca apertura y mucha confianza a su hijo/a, recuerde su corta edad y por
eso debe fortalecerlo, expresándole su amor y apoyo.
Ante
los posibles y penosos episodios de bullying pre-escolar, así como cualquier
problema que su hijo/a pueda enfrentar, será necesaria una buena dosis de
atención y acción dirigida, que permita que su hijo/a se sienta más seguro/a y
tranquilo/a, al mismo tiempo que fortalece sus procesos de aprendizaje sobre la
solución adecuada de los conflictos.
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