El acoso escolar o bulying es un fenómeno muy complejo. Muchos
padres piensan que saben todo lo necesario para poder lidiar en caso de
presentarse una situación de maltrato entre estudiantes. Sin embargo, debido a la complejidad de
este problema social, existen varios elementos que suelen ser inesperados
acerca de este asunto y muchas veces toman a los padres por sorpresa porque son
imprevistos. Estos elementos se los menciono a continuación:
1. El acosador puede ser
el amigo de tu hijo: siempre se piensa de forma estereotipada sobre quien pudiera
ser el acosador o “bully”. No obstante,
muchos padres quedan en “schock” cuando se enteran de que el estudiante que
acosa a su hijo es un amigo o conocido. Por lo cual, les recomiendo a los
padres que tengan una conversación con sus hijos sobre lo que significa tener
una sana amistad con los compañeros de escuela. Ayude a su hijo a identificar
que aquellos a quienes llama sus amigos, realmente lo son.
2. Cualquier estudiante
puede acosar a otros incluyendo su hijo: a los padres no les gustaría que su hijo fuera un acosador pero existe esa posibilidad. Aun los estudiantes que
provienen de hogares de familias funcionales, se ha demostrado que pueden involucrarse en este tipo
de conducta debido a la presión de grupo. Les sugiero que hablen con sus hijos
sobre lo que es el respeto, la empatía y la inteligencia emocional. Ofrezca
ejemplos de la vida cotidiana para ayudarlos a identificar conductas que
reflejen estas cualidades. Si necesita ayuda, busque ayuda profesional y en los
talleres que ofrezco a los padres se trabajan estos aspectos.
3. No toda violencia es
bullying: esto lo recalco siempre porque el concepto se ha tergiversado y adulterado, a
todo se le dice bullying o nada es bullying. Por eso es importante distinguir
lo que es un conflicto normal, un episodio violento y lo que es el acoso
escolar para intervenir según sea el caso.
4. Los hijos no son tan
abiertos con sus padres como ellos creen: muchas veces y sin ninguna mala intención, los hijos pueden
omitir detalles sobre algún episodio de acoso cuando ellos son testigos o víctimas
del maltrato por otro estudiante. En ocasiones omiten detalles por temor a la reacción de sus progenitores. Por lo tanto, es vital que los padres construyan una "muralla" de confianza como un protector
importante en la vida de sus hijos.
5. Los hijos modelan
otras conductas: empezando por ustedes los padres, asegúrense de que ustedes son un buen
ejemplo para sus hijos. Tengan la certeza de que ustedes no se burlan de otras
personas por ser obesos, le dicen sobrenombres, ni hacen bromas pesadas de otras
personas. Además, pongan mayor atención al comportamiento de los amigos de sus
hijos. Si observan algo que podría ser un indicador de una conducta de riesgo, ustedes deberán hablar con su hijo sobre la importancia de no copiar
ese tipo de conducta y educarlo sobre demostrar apoyo y respeto a los demás.
6. Muchos estudiantes
usan palabras como “candela”, problema y otras en lugar de bullying: los
estudiantes tienen su jerga sobre los episodios de violencia en la escuela y
por eso puede que no utilicen la palabra bullying. Los padres deben estar bien
atentos cuando sus hijos le hablen sobre situaciones que envuelven agresividad
y violencia. Haga preguntas, indague para verificar si se trata de situaciones
de bullying o acoso escolar.
7. Los estudiantes son
bien “creativos” para el bullying: los padres pueden creer que conocen todos
los tipos o clases de bullying, cuando la realidad es que los estudiantes descubren cada día, nuevas formas de
acosar a sus compañeros de escuela. Especialmente cuando se trata del cyberbullying,
lo que ayer era una forma de acoso cibernético, hoy puede cambiar. Los padres
deben asegurarse de que conocen lo que sus hijos hacen en el Internet, le
pidieron autorización para bajar alguna aplicación y dialogar sobre cuál es su propósito.
Si no lo hace, usted le está entregando el control a sus hijos sobre este asunto, cayendo en
riesgos
que pueden ser peligrosos.
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