Para poder tener una aproximación al fenómeno
del bullying o acoso escolar, existen muchas perspectivas y enfoques dirigidos
a minimizar o erradicar el problema de las escuelas. Uno de ellos es el Sistema
de Apoyo por Niveles (Multi-tiered Systems of Support). Este sistema es utilizado
para servir de respaldo a situaciones que pueden presentar los estudiantes en varias
áreas de interés como el aprendizaje, la salud mental y aspectos relacionados
al comportamiento. También apunta a la prevención y la intervención del
bullying.
Este modelo no se diferencia de otros
programas, enfoques (primario, secundario y terciario) o plataformas del Internet para aminorar el bullying. El primer nivel de esta perspectiva es la prevención
global para mejorar el clima de convivencia en el ambiente escolar. Esto
incluye actividades generales pero también lesiones dentro del currículo que
ayuden a los alumnos a lidiar con el acoso escolar.
El segundo nivel de prevención e intervención
es la intervención selectiva. En este nivel, los maestros o personal escolar intervienen
con aquellos estudiantes que podrían estar en mayor riesgo de ser blanco de
agresiones o burlas. No solamente se ayuda a los perjudicados sino que también se
interviene con los agresores o agresores potenciales para ayudarlos a ver las
consecuencias de sus acciones. Un elemento crucial en este nivel es el trabajo
que se hace con el grupo para prevenir el acoso escolar.
El tercer nivel se dirige a trabajar más
intensamente con aquellos estudiantes que han estado involucrados de forma
directa con el problema. En este nivel, la necesidad de referir a los
estudiantes a profesionales de salud mental es inminente por el impacto
emocional que tiene el bullying en la vida de los estudiantes.
En nuestro quehacer con el acoso escolar,
trabajamos directamente con la comunidad escolar en asesorías, adiestramientos,
protocolos y lesiones sobre la inteligencia emocional que pueden ser de
beneficio para los estudiantes al igual que para el personal escolar y la
familia. La prevención y una intervención estructurada y dirigida es la clave
para erradicar el problema.