Todos sabemos que el acoso escolar o
bullying siempre ha existido en nuestras escuelas. Muchas veces se toma como
algo natural. El personal escolar en otras ocasiones no lo quiere enfrentar. Existen
otras fuerzas que impiden que el problema sea intervenido adecuadamente. Sin
embargo, tenemos que tomar el asunto con seriedad porque muchos sufren los estragos
de este mal social.
No somos capaces de mirar más allá para
interpretar el efecto que tiene el acoso escolar a corto y a largo plazo.
Frente a esta situación, todos estamos llamados a denunciar lo que ocurre.
Primero en la escuela y si la escuela no hace nada, se tiene que ir a otros foros hasta que el reclamo de los que
sufren sea escuchado.
Estamos hablando de menores, si los adultos
no los defienden les estamos llevando el mensaje de que no son valorados,
sienten que no son amados y se siente perdidos y abandonados. Esto deja la
puerta abierta a la depresión, la ansiedad, los pensamientos de suicidio y en el peor de
los casos el suicidio. Por otro lado, los padres tienen la responsabilidad de enseñarles
a sus hijos la importancia de denunciar una situación de acoso y las
consecuencias de no hacerlo.
Tenemos que ser mas consientes, mas empáticos
y más involucrados en este asunto. La forma de intervenir con el acoso escolar
o bullying tiene muchos caminos. La prevención es el primer paso. Pero una vez
ocurre, no seamos cómplices con nuestro silencio y seamos valientes para denunciarlo.