Siempre recalco la importancia que tienen
los que observan el bullying o acoso escolar. Ellos son los estudiantes que
pueden marcar la diferencia entre al aumento o disminución de la intimidación.
Los padres son los primeros educadores de
sus hijos y como tal deben guiarlos a que ellos sean aliados en estas
situaciones. Para logarlo les sugiero lo siguiente:
1. Oriente a sus hijos sobre lo que es el
acoso escolar.
2. Indíqueles la importancia de ser aliados
de los que sufren este abuso.
3. Haga énfasis en las tres metas de
involucrarse: Quitar la intensidad de la situación, apoyar a la víctima y que
se asegure que ellos y los que son objeto de bullying estén a salvo.
Es sumamente importante que usted le haga
saber a sus hijos sobre las consecuencias de ser aliado y defender a la víctima.
Una vez sus hijos decidan involucrarse, estas son las cosas que pueden hacer:
• Enfrentar la situación. Puede detener
inmediatamente la intimidación diciendo: “¡Eso no está bien!”;“¡Eso no es una
broma, es cruel“ o “Voy a decirle a un adulto”.
• Ayudar a la víctima: Demostrar apoyo llevando
al perjudicado a un lugar seguro, preguntar si se encuentra bien, ofreciendo posibles
soluciones, acompañándolo a buscar ayuda o ayudándole a redactar el incidente.
• Buscar otros aliados: motivar a otros para que se unan a sus hijos. Entre más
sean, más fuertes serán —tres personas diciendo “¡Detente!” o tomando otras
medidas apropiadas y no violentas tienen más poder que una y, tal vez, logren
producir una reacción de apoyo en cadena. Piensa en lo bien que se sentirá la víctima
si todo un grupo la apoya.
• Tiene que saber que puede informar un
incidente. Indíqueles a sus hijos de decirle a un adulto si la víctima está
siendo amenazada en persona, por cyberbullying o ambas.
En el libro bullying y la familia, se
brinda mayor información sobre este tema. Siempre es positivo dirigir a los
hijos para que ayuden en estas situaciones y en otras que puedan presentarse. Ellos
tendrán un beneficio inmediato, que perdurará a través de toda su vida.