Un estudio reciente en los Estados Unidos, donde participaron 117
conductores de autobuses escolares, reflejó que las agresiones y motes que
ocurren constantemente en el interior del vehículo, producen en ellos altos
niveles de ansiedad y estrés. También minimiza su eficacia en el trabajo que realizan
a diario y produce agotamiento emocional. Sabemos que el acoso escolar y
bullying puede ocurrir en muchos lugares, incluyendo el autobús.
Los hallazgos de esta investigación son
importantes porque producen en los conductores unos efectos que nunca habían sido
considerados por ellos. Por otro lado, las intervenciones con el acoso escolar deben
incluir reglas en el autobús, involucrar a los conductores en la discusión de
los esfuerzos de erradicación y adiestramiento sobre el bullying con las
acciones a seguir frente a estos episodios.